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Viajar sola es un sueño que adquirí con el tiempo, llegó a mí como una necesidad en la que quería vivir cosas diferentes, llegó con olas de emociones que no entendía, pero que más adelante tomarían sentido.
El miedo se asomaba, pero la emoción era más grande, tenía 19 años cuando decidí viajar sola por primera vez, me aseguré de ir por el camino más cómodo para mí, por eso el primer destino que escogí para viajar sola fue en una ciudad dentro de mí país. Una ciudad que de la se hablaba mucho pero que solo conocía por medio de fotos.
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Sabía que sería emocionante, pero en el camino me encontré con imprevistos, con las emociones a flor de piel, y un sinfín de aprendizajes que transformaron mi vida. Por eso, decidí compartir estas seis razones por las que vale la pena explorar destinos para viajar sola y disfrutar de la increíble experiencia:
1. Retarte a ti mismo
Viajar sola es un reto en todo sentido, ya sea que vayas a una ciudad cercana a la tuya o a otro país. Viajar sola te reta desde el momento en el que tomas la decisión de hacerlo, pero solo lo asumen las personas que están dispuestas a soñar y querer tener nuevas experiencias en su vida. Es enfrentarse a la realidad de valerte por ti mismo, tomar las decisiones que consideres correctas para ti, poner a prueba tus conocimientos y habilidades.
Aprender nuevas cosas, aceptar que todas las culturas son diferentes, aprender un nuevo idioma o palabras necesarias para poderte comunicar, viajar solo es sin duda alguna afinar tus cinco sentidos a la perfección. Lo único que necesitas hacer es tomar la decisión y escoger dónde ir de viaje.
2. Solo dependes de ti
Nada como moverte a tu ritmo, resolver las cosas a tu manera, tener una sensación de libertad y que la única responsabilidad sea cuidar de ti mismo. Esta resulta ser una parte que suma a tu viaje. No depender de nadie al viajar merece la pena, se convierte en la mejor forma de controlar tu itinerario, de realizar cada plan en mente, de no temer equivocarse y disfrutar hasta los imprevistos.
Depender de ti mismo es acomodar los planes de otra manera si así lo quieres, es dejarte guiar por el día y lo que va surgiendo en el camino, no tener miedo a querer hacer algo que diferente, a lanzarte a una aventura que muchos creían que tal vez no eras capaz.
En esa maravillosa experiencia descubrirás por qué es bueno viajar solo: te saca de tu zona de confort, te obliga a confiar en tus instintos y te demuestra que eres capaz de enfrentar cualquier desafío. Al final, viajar en solitario no solo te lleva a nuevos destinos, sino que también te guía hacia una mejor versión de ti mismo.
3. Dejarte sorprender hasta por los pequeños detalles
Esta es una de las cosas que más disfruto al momento de viajar sola, todo es desconocido, la simpleza de las cosas se disfruta más, los paisajes no dejan de sorprender por más de que al despertar siempre tengas la misma vista. No solo es un tema de los lugares que conoces, también el poder compartir con personas locales del destino que visitas, esto se convierte en una ganancia para tu experiencia.
Como todo es nuevo todo siente como la primera vez, el primer café en un lugar soñado, el disfrutar de la gastronomía de otro lugar, las conversaciones con uno mismo, las risas con desconocidos, tu primera tarde en contemplando una vista inolvidable, entre mil cosas mas, todos esos pequeños detalles suman y siguen haciendo del viaje un mundo de sorpresas.
Una de las maravillas de las escapadas para ir solo es la posibilidad de crear experiencias únicas y auténticas, donde cada encuentro y cada momento tienen un valor especial. Como conocer gente viajando solo, se convierte en una parte emocionante del viaje.
4. Manejas tus finanzas a tu manera
Existen diferentes personas en los viajes, los que aman ir de compras, los que disfrutan de comer en un buen restaurante, los que son amantes de conocer destinos turísticos como museos o galerías y comprar souvenirs, los que usan el transporte público y los que prefieren rentar un carro.
A veces cuando viaja en grupo, uno se debe adaptar a las necesidades de los demás, a comprar o no ciertas cosas dependiendo de los gustos de otros, pero la ventaja de hacerlo solo es uno quien decide en qué sí o en que no gastar.
Emprender un viaje en solitario también te permite tener un control absoluto sobre tus finanzas. Puedes optar por invertir en lo que realmente te importa, sea una cena en un restaurante de lujo o una visita a un museo emblemático.
Los beneficios de viajar solo incluyen la libertad de tomar decisiones financieras que se ajusten a tus prioridades, sin compromisos ni presiones. Además, manejar tu presupuesto a tu propio ritmo te enseña a ser más consciente y responsable con el dinero, lo que añade una capa adicional de crecimiento personal a la experiencia de viajar.
5. Descubrirás cosas que no sabías de ti
Siempre he creído que viajar sola abre las puertas a otras posibilidades de tus creencias, cada hora es muy diferente a la anterior, te invaden emociones que pensabas que no existían y te preguntas tanto el ¿por qué? de las cosas.
Viajar sola me permitió aprender más de mí, a conocer mis límites, nuevos riesgos, a decir sí a cosas que algún momento eran un no rotundo para mí, a llorar y a reír al frente de personas que no conocía pero que de alguna manera se sentían cercanas e identificadas con mis vivencias.
No solo descubrí cosas durante del viaje, el llegar a casa se sentía diferente y con el pasar del tiempo descubrí que sentía una especie de expansión de la mente, me cambió la percepción que tenía sobre algunas cosas y muchas ganas de realizar otro viaje sola.
6. Amplias tu círculo social
Para nadie es un secreto que viajar solo te involucra a conocer nuevas personas, en mi experiencia era una de las cosas que me ocasiona pena hacer. No sabía cómo acercarme a esas nuevas personas, qué decir para empezar a entablar una conversación, cómo hacerlos sentir cómodos sin llegar a invadir su espacio, entre otros tantos pensamientos.
Ese miedo se fue cuando me di cuenta que todos iban en búsqueda de lo mismo; crear nuevos lazos de amistad, conocer un país por medio de las historias de otros, ser escuchado o simplemente conversar de la experiencia de viaje que ambos están viviendo.
En el camino esas personas podrían llegar a ser tus amigos, un ejemplo para realizar un proyecto, una alianza laboral, esas personas dejan de ser pasajeras y se convierten en una construcción de lo que eres hoy en día.
Los viajeros solitarios suelen ser más abiertos a nuevas amistades y conversaciones con locales o compañeros de viaje, lo que enriquece aún más la aventura. Conectar con personas de diferentes culturas y perspectivas no solo amplía tu horizonte, sino que añade una dimensión inesperada a tu viaje, transformando cada día en una oportunidad para aprender algo nuevo y valioso.
Viajar sola por primera vez puede parecer un desafío, pero es una de las experiencias más enriquecedoras que puedes regalarte. Te brinda la oportunidad de conocerte a ti misma, explorar el mundo a tu propio ritmo y descubrir una independencia que tal vez no sabías que tenías.
Desde la libertad de decidir tu propio itinerario hasta la emoción de enfrentarte a lo desconocido, cada razón para viajar sola te acerca más a una versión más fuerte y confiada de ti misma. Estos consejos para viajar por primera vez te pueden ayudar a tomar decisiones, recuerda que el mundo está lleno de aventuras esperando por ti, y no hay mejor momento que ahora para emprenderlas.
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